Cuando somos expuestos sucesivamente a un mismo estimulo, los seres humanos nos insensibilizamos y se podría decir que nos hacemos “inmunes” a ese estímulo. Esto no sólo sucede en el mundo tangible sino que también es válido para la red de redes. ¿Se puede evitar? ¿Existe una solución?
Los usuarios de Internet estamos tan acostumbrados a los banners y a la falta de contenido relevante en ellos, que nuestro esquema perceptivo hace que mediante ciertas claves visuales los descartemos como información relevante de análisis.
¿Por qué se puede evitar esta publicidad?
Probablemente te preguntes por qué se crea esta ceguera que hace posible evitar este tipo de anuncios, cuando la publicidad de la prensa, la radio o la televisión suele ser igual de inútil pero no la podemos obviar.
La clave se encuentra en el formato de la publicidad: el diseño chillón y llamativo que presentan los banners permite que nuestra visión los reconozca fácilmente y los descarte mediante el esquema cognitivo que explicamos anteriormente. Sino, mira el ejemplo de la imagen del diario español El País »
Si bien algunos diseñadores consideran que los banners no serán ignorados si su contenido es relevante y tiene relación con la información de la web, la realidad es que los usuarios ya estamos tan acostumbrados a descartar este tipo de publicidad que más allá de su posible relevancia, los ignoramos por defecto.
¿Y qué pasa con los usuarios nuevos?
Las personas que recién comienzan a incursionar en el mundo de la web no poseen la insensibilización a este tipo de anuncios pero esto se debe a que no han navegado lo suficiente como para crear los esquemas necesarios para llegar a la “ceguera de los banners”.
Es sólo cuestión de tiempo hasta que se cieguen. Y más allá de esto, no es importante llamar la atención de los usuarios nuevos porque estos son económicamente poco rentables ya que al no tener confianza con el medio no suelen adquirir productos o servicios a través de Internet.
¿Entonces cómo lo solucionamos?
Algunos consideran que la mejor opción es cambiar el formato de las publicidades, o cambiar su posicionamiento, pero nuevamente, es sólo cuestión de tiempo hasta que el ojo humano se acostumbre también a estos cambios.
Otros consideran que los avisos de texto (como el de Google AdSense que ve en la imagen ») son más útiles debido a que su formato es similar al contenido real de los sitios y a que poseen información más relevante, pero ante esto muchos especulan que a la larga también desarrollaríamos una ceguera a este formato de anuncios.
La mejor solución
La alternativa más viable para evitar esta ceguera sería hacer menos llamativa a la publicidad, quitando sus claves visuales para que los usuarios no sean capaces de identificarlas y descartarlas instantáneamente. Esto implicaría volver a la publicidad más similar al contenido de la página. Pero ante esto es necesario tomar dos recaudos:
- No fusionar completamente publicidad y contenido: esto es porque, de producirse esta fusión, los usuarios se sentirían frustrados por la estrategia y su respuesta sería negativa.
- Publicidad relevante: Tener siempre presente que en Internet es necesario que la publicidad que se presente siempre sea relevante a los intereses de los usuarios. No se puede introducir cualquier tipo de publicidad indiscriminadamente.
Fuente: Ainda.info
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