En la nota de hoy les enseñaremos 10 maneras para dar rienda suelta a nuestra imaginación y ser capaces de manifestar libremente todo nuestro potencial.
1. Escritura libre
Comienza con una hoja de papel en blanco. Ponla enfrente a ti y empieza a escribir lo primero que te pase por la cabeza. Escribe todo lo que se te ocurra, sin importar que no tenga conexión con tu proyecto específico. Al principio te resultará un poco difícil enfocarte, pero una vez que hayas escrito varias oraciones, un sorprendente flujo de pensamientos emergerá. Sigue escribiendo hasta sorprenderte a ti mismo escribiendo tu genial idea sobre el proyecto actual que estás desarrollando.
2. Mapeo mental
El mapeo mental es un fantástico refuerzo de la creatividad. A diferencia de los documentos lineales, los mapas mentales se asemejan más a los gráficos, con nodos de información que a su vez tienen otros nodos de información. Puedes crear un mapa mental de un libro, describiendo cada capítulo como un nodo, o para un proyecto, definiendo cada función como un nodo. Comienza con el título y luego agrega nodos con funciones u objetivos. Puedes utilizar un programa de software o un papel en blanco para esto. Una de las mejores cosas acerca de los mapas mentales es que en ellos se muestra todo el proyecto a la vez. Así, vamos a empezar a ver nuevas conexiones, las conexiones que faltan o el desorden innecesario.
3. Cambia los lugares de trabajo
Pidele a tu jefe un día libre en la oficina y vete. Cambiar de lugar de trabajo tendrá un efecto beneficioso en tu mente. Habrá muchas cosas nuevas qué procesar, muchos de tus focos inmediatos se basarán en los nuevos estímulos que hay alrededor tuyo. Siempre que estamos rodeados de algo nuevo, nuestras cuerdas internas se aflojan. El turco aquí es seleccionar tu lugar de trabajo alternativo de una forma inteligente para que tengas la suficiente comodidad a la vez que retas tu concentración con nuevos estímulos.
4. Pregunta por qué
Simplemente pregunta “¿Por qué?” hasta que no tengas nada más que responder. “¿Por qué tengo que hacer este sitio web?”, “Porque firmé un contrato”, “¿Por qué firmé un contrato?”, “Porque me gustó el proyecto”, “¿Por qué me gustó el proyecto?”… Y así hasta que no puedas encontrar las respuestas. Esto sólo obligará a tu mente a trabajar en lo que ya sabe. Despeja pregunta a pregunta y deja lugar para las soluciones creativas. Te sorprenderás de ver cuán inventivo puedes ser en lo que respecta a tus propias motivaciones. Cuando te quedes “en blanco”, sin respuestas… es el momento preciso en que puedes comenzar con tu nuevo proyecto.
5. Encuentra similitudes
Encuentra sitios web similares al proyecto en el que estás trabajando y que se destaquen en el área. Esto no quiere decir que copies esas webs, pero a veces para comenzar un proyecto necesitamos una nota de base, como un músico. Todas las canciones están hechas con las mismas notas, es la combinación específica de éstas lo que las hace únicas. En el diseño web pasas lo mismo. Puedes usar las mismas herramientas e instrumentos pero que tu trabajo sea excepcionalmente único y genial. Encuentra esa nota en específico y crea tu propia canción.
6. Posponlo por un tiempo
Siempre que tengas la oportunidad, puede ser una buena idea posponer por un tiempo el proyecto. Esto engañará tus bloqueos internos y permitirá que el proyecto vuele “bajo el radar”. Es como mantener un perfil bajo hasta que encuentres tu mejor oportunidad. Si quitas un poco la tensión de ese proyecto, tus guardianes interiores comenzarán a pensar que no es tan importante y dejarán de abrumarse con éste. Pronto te darás cuenta de que tenías esa brillante idea acerca de cómo dar impulso al trabajo todo el tiempo. Estaba allí desde el principio, pero necesitaba un poco de tiempo para crecer.
7. Crea una lista sobre eso
Descomponlo en fragmentos más pequeños hasta que no puedas romper más. Demasiado a menudo no podemos obtener inspiración, porque el camino a la meta no es claro. No sabemos cómo vamos a hacerlo. Hacer una lista, como un plan de ejecución incompleto (no plena, un plan completo rompería la inspiración al centrarse en los detalles prácticos) seguramente cambiará tu enfoque. Así te centrarás en la estructura interna de los proyectos, en su flujo natural y la forma en que todos caben en el cuadro grande. Una lista te permitirá tomar individualmente a las partes más pequeñas y se centrarte exclusivamente en ellas, liberando tus recursos de una carga más grande. En algún momento, mientras estés detallan do las partes del proyecto, algo tratará de decirte: “OK, yo sé cómo vamos a hacer esto”. Y eso es la inspiración.
8. Cierra tus ojos
Cierra tus ojos y quedate así por lo menos 15 minutos. Enfócate en tus otros sentidos. Deja que el proyecto flote en el fondo. Presta atención a los sonidos que hay a tu alrededor, a los sutiles cambios de presión en el aire, a los olores. Se percibe más del 80% de la realidad a través de los ojos. Si puedes cerrar temporalmente este puente, a la vez que mantienes tu conciencia alerta, liberarás algunos recursos internos.
9. Obtén una segunda opinión
A menudo uno se envuelve tanto en su acercamiento perfeccionista, que se olvida lo que es la inspiración. Nos enfocamos en los resultados, las técnicas y herramientas y todo lo que queremos es terminar el proyecto. Y una vez que lo finalizamos, estamos tan cansados que en lugar de seguir adelante sabiendo que hicimos un gran trabajo, borramos todo para comenzar de nuevo porque nos parece un trabajo horrible. No hagas eso. Pide una segunda opinión. Puede que te sorprenda la cantidad de cosas buenas y bonitas que puedes crear pero que las menosprecias por tu baja autoestima.
10. Recuerda
La Inspiración no es algo que utilizas, sino algo que ya existe dentro de tí.
¡Simplemente sácala a la luz!
Fuente: Inspired Mag
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