¡Bienvenidos a otra clase del Taller de Fotografía Digital! Hoy veremos los distintos tipos y usos del flash. Este dispositivo es de gran ayuda, teniendo en cuenta que la fotografía consiste en capturar la luz para obtener una imagen.
Así es que la función primordial de este aparato es agregar luz a nuestra toma cuando haga falta. Pero hay que saber usarlo, tanto de día como de noche, en interiores y exteriores podemos lograr diferentes efectos según queramos. Veamos cómo.
El flash en la fotografía digital
Hay dos tipos de flash: los que vienen incorporados a la cámara y los independientes, que podemos agregarlos a nuestro dispositivo.
En general, el flash que viene incorporado nos alcanzará para tomar una amplia gama de fotografías de noche o de día.
Sin embargo, para trabajos súper profesionales podemos usar un flash externo, cuidando siempre de llevar nuestra cámara a la tienda fotográfica para asegurarnos de que el flash que compremos sea compatible.
Hecha esta aclaración, podemos empezar a ver los distintos casos donde es recomendable el uso del flash.
Uso normal
Antes que empiecen a los gritos, les concedo que todos los usos del flah son “normales” jejeje, pero me refiero a lo más común. En este caso estamos hablando de situaciones donde hay poca luz ambiente, en las que necesitamos una ayuda extra para que la fotografía no salga toda negra.
Esta situación puede darse tanto de noche como de día en lugares cerrados. Pero ya vimos que a pleno sol hay elementos que se oscurecen, por lo que usar un flash “de relleno” suele ser ventajoso.
No olvidemos que el flash tiene un alcance de poco más de tres metros, por lo general, así que si queremos ganar luz al capturar un objeto distante, lo mejor será usar otras alternativas (nivel de exposición, apertura del diafragma, velocidad o hasta reflectores, si se trata de una toma muy profesional).
Agregando luz a un primer plano
¿Qué pasa de noche, cuando queremos sacarle una foto a unos amigos pero conservar el color de la luz de fondo?
Si no usamos flash el fondo saldrá iluminado y nuestros amigos (que están en un primer plano) en completa oscuridad.
Usando el flash nuestros amigos saldrán bien iluminados, pero el contraste hará que el fondo salga muy oscuro o desaparezca.
La solución en este caso (hay varias, algunas ya las podrán deducir con lo que aprendimos hasta hoy ^_^) puede ser tomar la foto usando un flash de relleno y reduciendo la velocidad de exposición. De esta forma obtendremos una iluminación uniforme en toda la imagen.
Esta es una buena solución pero requiere de buen pulso, como toda fotografía con mayor tiempo de exposición. O puedes usar un trípode o poner la cámara sobre algún elemento rígido (una mesa, una piedra, etc).
Preparen… apunten… ¡fuego!
El flash se dispara y nos deja cegados por unos momentos. Por esto, si estamos sacando una foto con flash y apuntamos directo a la cara de nuestros modelos o a superficies que puedan reflejar la luz (vidrios, plásticos, metales, espejos, etc.) tal vez obtengamos el “efecto vampiro” o se nos vele la foto.
La forma de evitar esto es con nuestro amigo (¡adivinaron!) el flash de relleno ^_^. Pero aún con cualquier tipo de flash hay que saber que la mejor forma de usarlo es no apuntar directamente al objeto tema, sino un poco al costado o arriba.
Por hoy llegamos hasta aquí. Practiquen mucho usando el flash.
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